viernes, 24 de agosto de 2012

HABLEMOS DE FATIGA...

Todo deportista que está preparando un objetivo y ha realizado una planificación para obtener un buen rendimiento, debe saber que la fatiga es parte del entrenamiento y competición. Según el deporte o ejercicio practicado, el lugar de aparición de la fatiga será diferente, por eso es muy importante que tanto el deportista como el entrenador conozcan las características fisiológicas del deporte que practica.

Diferenciamos 2 tipos de fatiga: central y periférica, pero las 2 nos llevan a lo mismo, a no poder producir toda la fuerza que somos capaces de generar y a la alteración de la capacidad contráctil que tiene el músculo para generar esa fuerza.
En la fatiga central, diferentes factores inhibitorios nos impiden la correcta activación neuronal, y pueden ser tanto metabólicos como psicológicos. Aquí entramos en la capacidad que tiene cada deportista de gestionar diferentes situaciones. Podemos poner por ejemplo lo que le supone a un ciclista correr una vuelta de 3 semanas, a un tenista aguantar todo el circuito de torneos, o a un nadador tener que soportar grandes volúmenes de entrenamiento. Es muy difícil que el deportista, frente a este stress de carga de entrenamiento y competición no sufra cambios en su estado de ánimo. Por eso, la experiencia deportiva ayuda a gestionar las situaciones provocadas por la fatiga de una manera más positiva. El entrenador debe saber cuando el deportista está fatigado e intentar comprender su situación, así como el deportista debe intentar comprender que esa fatiga es necesaria para llevar a su cuerpo al máximo rendimiento.

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