Durante el verano el 70% de la población es susceptible de sufrir una deshidratación.
No beber lo suficiente, practicar actividad física en horas inadecuadas o tomar el sol son algunas de sus principales causas, según los datos del estudio sobre “Hábitos de Hidratación y Salud de la Población Española” que ha presentado el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) en colaboración con la Organización Médico Colegial (OMC).
Os dejamos unas recomendaciones prácticas para prevenir la deshidratación:
- Bebe de 2 a 3 litros de líquido al día de manera continua y en pequeñas cantidades.
- Si practicas deporte, evita las horas centrales (12-16 horas). Conviene aumentar el aporte de líquidos, especialmente en forma de bebidas isotónicas.
- Evita colores oscuros los días muy calurosos, especialmente si practicas actividad física. Estos absorben mayor cantidad de radiación solar y favorecen la sudoración.
- Lleva siempre a mano una botella de agua que te recuerde la necesidad de beber.
- No confíes únicamente en la sensación de sed ya que suele aparecer cuando existe cierta deshidratación.
- Bebe distintas bebidas: agua, infusiones, refrescos, zumos, lácteos, etc. El sabor de las bebidas ayuda a beber lo necesario.
- Toma alimentos ricos en agua (frutas, verduras y hortalizas).
- Evita el consumo de bebidas alcohólicas, especialmente las destiladas (ron, vodka, whisky, ginebra...) tienen efecto diurético y deshidratan.
- Vigilar la adecuada ingesta de líquido de los más vulnerables a la deshidratación (ancianos, deportistas, trabajadores al aire libre, etc.)
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